Canciones Eternas
- José Ignacio Delgado
- 25 oct 2022
- 3 Min. de lectura
"Deacon Blues": Steely Dan (Aja, 1977)

Walter Becker y Donald Fagen, fundadores de Steely Dan
Creo que si tuviera que ejemplificar el término anglosajón 'cool' (en el sentido de guay, enrollado, elegante) con un proyecto musical, seguramente elegiría a Steely Dan. Fundado en 1971 en N.Y. por Donald Fagen y Walter Becker, su fórmula combinaba una desacomplejada fusión de estilos (jazz, rock, blues, ritmos latinos...) con un exquisito savoir faire con el que supieron revestir todas sus producciones. Una música alegre y melancólica, en ocasiones tensa y siempre sofisticada, acompañada por letras cargadas de ironía y lucidez (en contraste con lo habitual en el universo del pop-rock). A esto se añadía la inteligencia a la hora de reclutar siempre a músicos extraordinarios para acompañarlos, que revistieron sus grabaciones y conciertos de un aura de calidad rayana en la perfección. Una colección de discos inolvidables ("The Royal Scam", "Gaucho", "Aja"...), los premios más ansiados, el reconocimiento de la crítica y la fidelidad de un público exigente, terminaron por erigir el mito. Pocas bandas como S.D. han sabido reflejar las luces y sombras, la aparente alegría sobre un fondo de tristeza, del complejo entramado social americano en la segunda mitad del siglo XX.
Creo que de una u otra manera todos vamos conformando la 'banda sonora' esencial de nuestras vidas... Y según nos hacemos mayores, el subconsciente comienza a seleccionar esas canciones o melodías que quisiéramos que sonaran en nuestro funeral. La mía, creo, es "Deacon Blues", el himno perfecto para todos los que sienten la permanente nostalgia por ese tipo de vida idealizada que solo existió en nuestra imaginación. Referencias a un relato de Alfred Bester, al fútbol americano, a los amores urgentes y frustrados, a grandes coches que vagan sin rumbo y, como fondo, la añoranza por la vida glamurosa del entertaining frustrado que nunca pudo ser. Su infinita elegancia musical y la voz personalísima de Fagen construyen una historia que sus autores definieron como "el sueño roto de un hombre roto viviendo una vida rota".
Deacon Blues
Hoy es el día
Del hombre en expansión
Esa forma es mi sombra
En el lugar donde yo solía estar
Parece que fue ayer
Cuando contemplaba a través del cristal
A vagabundos
Apostadores desenfrenados
Eso ya es parte del pasado
Me llamas loco
Dices que es un plan estúpido
Esta vez va en serio
Ya he comprado este sueño
Es inútil que me preguntes por qué
Mándame un beso y despídete
Esta vez lo conseguiré
Estoy preparado para cruzar la delgada línea
Aprenderé a manejar el saxofón
Tocaré solo lo que sienta
Beberé whisky escocés toda la noche
Y moriré al volante
A los triunfadores del mundo les ponen un nombre
Yo quiero uno para cuando pierda
Llaman a Alabama "La Marea Carmesí"
Tú llámame "Deacon Blues"
Mi espalda contra la pared
Víctima de un destino caprichoso
Esta es para mí
La esencia del verdadero romance
Compartiendo lo que conocemos y amamos
Con gente como yo
Libaciones
Sensaciones
Que deslumbran a la mente
Repto como una víbora
Por estas calles de los arrabales
Hago el amor a las mujeres
Lánguida y agridulcemente
Me levantaré cuando el sol se ponga
Participaré en todos las timbas de la ciudad
Un mundo propio
Haciendo de él mi dulce hogar
Aprenderé a manejar el saxofón
Tocaré solo lo que sienta
Beberé whisky escocés toda la noche
Y moriré al volante
A los triunfadores del mundo les ponen un nombre
Yo quiero uno para cuando pierda
Llaman a Alabama "La Marea Carmesí"
Tú llámame "Deacon Blues"
Hoy es la noche
Del hombre en expansión
Doy una última calada
Mientras me aproximo al escenario
Lloré al escribir esta canción
Denúnciame si me paso tocando
Este colega es libre
De ser lo que quiera ser
Aprenderé a manejar el saxofón
Tocaré solo lo que sienta
Beberé whisky escocés toda la noche
Y moriré al volante
A los triunfadores del mundo les ponen un nombre
Yo quiero uno para cuando pierda
Llaman a Alabama "La Marea Carmesí"
Tú llámame "Deacon Blues"
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